Rápido y furioso sin nafta ni nitro.

Estudiar en la facultad y trabajar al mismo tiempo agota toda la energía que puedas llegar a tener. Después de trabajar, la concentración ya no es la misma.

Hay personas que estudian, trabajan y, además de eso, quieren aprender de todo lo más rápido posible.

Hay trabajadores que utilizan inglés en el trabajo y saben que necesitan inglés si desean otro puesto. Aún así, y por la razón que fuese, no estudian inglés con tiempo. De repente, cuando hay una futura entrevista para acceder a otro trabajo, buscan nuestra ayuda. Entonces, vienen a inglés a aprender de todo y lo más rápido posible.

 Es usual que demos clases :

1. Leen, preguntan y quieren aprender de todo y en ese mismo instante.
2. No practican lo aprendido del libro o en la clase.
3. No repasan.
4. Priorizan aprender cosas nuevas que están más allá de su nivel.
5. No comprenden que aprender lleva tiempo.
6. Pretenden hablar perfecto en un mes.
7. No intentan hablar porque no les sale perfecto.
8. Priorizan la gramática por sobre todas las cosas

Estancados

Cuando se ve un tema en el pizarrón parece fácil y, a veces, hasta una pérdida de tiempo. Las ansias por incorporar más y más información lleva a querer enterarnos de más sin importar si dominamos el tema o no.

Después de unas clases, llega el momento de demostrar lo que se sabe.

Por supuesto, a nadie le debería sorprender que toda esa información en las clases pasadas, no es más que eso, información. Información que no sabemos utilizar porque nos falta práctica.

Información y práctica

A pocos les gusta escribir o hacer ejercicios. Dedicar tiempo a leer, escribir y hacer ejercicios es parte del aprendizaje. Después es el turno de hablar, responder y opinar en forma oral.

Gramática es teoría pero para incorporar esos conocimientos y utilizarlos cuando lo necesitemos, la práctica es necesaria.